22.02.2017
Crónica de la Conferencia Internacional sobre Copias Flamencas en el entorno de los Habsburgo. Bruselas, 9 y 10 de febrero.
Los días 9 y 10 de febrero tuvo lugar en Bruselas el coloquio internacional sobre el fenómeno de la copia durante la monarquía de los Austrias (1500-1700) en relación con los antiguos territorios flamencos. Encuadrado dentro del proyecto de investigación Copymonarch (I+H HAR2014-52061-P) que dirige el profesor David García Cueto desde la Universidad de Granada, este coloquio viene a completar los realizados previamente en Lisboa y Nápoles tratando la copia hispánica e italiana, respectivamente. (Continua)
Del coloquio belga hay que destacar la impecable organización del evento por parte de Eduardo Lamas-Delgado y David García-Cueto, a lo que también ayudó la elección del enclave: el Instituto de Patrimonio Belga (IRPA). Este organismo demostró volcarse con el coloquio, no sólo por dejar sus instalaciones para el evento, sino por la intervención de varios de sus miembros y su interrelación con los participantes del coloquio. Las palabras de acogida de su directora, Christina Ceulemans, y el resumen del coloquio por parte de Bart Fransen, son prueba de su implicación e interés en el evento.
Los dos días fueron intensos en cuanto a materias abordadas y problemas planteados. Los estudios históricos y estudios técnicos de las obras se complementaban. Esta fue la tónica general que los dos directores del coloquio dieron a la organización de las intervenciones. La charla magistral de inicio del profesor Didier Martens, haciendo un recorrido por aquellas obras copiadas siguiendo modelos de los primitivos flamencos, con gran éxito en España, fue una buena introducción de lo que se iba a tratar ese día: el taller de los Bouts en España a través de un estudio de caso de Miguel Ángel Herrero y Isidre Puig (Universidad de Lleida); la problemática de la copia del retablo de Miraflores de Roger van der Weyden y la idea de propaganda dentro de la corte castellana de los Reyes Católicos por Jessica Weiss (Metropolitan State University of Denver); y la problemática de la formación de “los pintores trabajando para Isabel la católica” que Nicola Jenning (Cortauld Institute of Art, London) abordó desde el punto de vista estilístico, relacionando a eses pintores con los iluminadores flamencos del último cuarto del siglo XV en Brujas y Gante. Marie Grappasonni (Association du Patrimoine artistique de Bruselas) ya nos introdujo dentro del siglo XVI con la figura de un artista muy vinculado al mundo hispano y con una gran producción en la que recurre a los modelos precedentes para sus composiciones, Marcellus Coffermans. Una comunicación muy intensa y llena de matices que esperamos poder analizar con mayor detenimiento tras la publicación de las actas del congreso. Al igual que la interesante y bien documentada de Almudena Pérez de Tudela (Patrimonio Nacional, Madrid), sobre los retratistas de corte de mediados del siglo XVI, donde a los conocidos Antonio Moro y Alonso Sánchez Coello, introduce las figuras de Willem Key y, especialmente, de Crispin van de Broeck, pintor conocido por su producción religiosa, pero al que aún, por el momento, no se le ha podido vincular ningún retrato. Siguiendo en el mismo periodo, el grupo formado por Hélène Dubois (KIK-IRPA), Lorne Campbell, Juan José Pérez-Preciado y Laura Alba (Museo Nacional del Prado) presentaron sus conclusiones frente al dibujo subyacente y los soportes empleados en el taller de Michiel Coxcie en el siglo XVI para la realización de las copias del
Descendimiento de Roger van der Weyden, y que hoy se conservan entre la Gemäldegalerie de Berlín y el Museo del Prado. Me alegra comprobar que los análisis técnicos, a los que últimamente la historia del arte se ha volcado, vienen a corroborar lo que la documentación y el estudio de la obra pictórica ya constataban. Es este un equilibrio difícil para el historiador del arte, la interrelación de la documentación con los análisis técnicos. En este sentido, las ponencias siguientes sobre la versión de la
Deesis de Jan Gossart del Museo del Prado hecha por José Juan Pérez-Preciado (Museo Nacional del Prado), donde la documentación le sirve para proponer el formato de un tríptico donde la obra de Gossaert sería la tabla central; y la de Ana Diéguez-Rodríguez (Instituto Moll. Centro de investigación en pintura flamenca en España) sobre la copia documentada en 1623 de un
Calvario hecho por Hendrick de Clerck copiando el mismo asunto que Michiel Coxcie realizó para la antigua iglesia de Alsemberg, demuestran el cuidado que hay que tener con la lectura de la documentación de época y la necesidad de contrastarla con la pintura, si es que se conserva, fuente primera de conocimiento, para poder llegar a una conclusión coherente y veraz. Rematando la tarde, la ponencia de la profesora Moralejo Ortega (Universidad de León) incidió en un aspecto fundamental en este intercambio y difusión de las copias en época moderna: la problemática de los grabados. En este sentido son ellos los que explican la difusión y el éxito de muchas composiciones, sobre todo perdidas, y que se conocen gracias a esas copias derivadas.
Fue una pena que ni Astrid Harth (Ghent University), ni Antonia Putzger (Technische Universität, Berlin) pudieran asistir por problemas de salud. Sus intervenciones completarían esa parte de la copia de encargo por parte de los Habsburgo en el siglo XVI que esperamos poder leer con atención en las actas.
El segundo día de coloquio estuvo dedicado íntegramente al siglo XVII. La introducción de Abigail Newman (Rubenianum Amberes) fue muy elocuente del éxito y la consideración que sobre “lo flamenco” se tenía en España durante ese momento. Continuaron las ponencias de Manuel García-Luque (Universidad de Granada) dando a conocer copias de los grandes maestros por parte de la escuela granadina de pintura y cobres importados que fomentaban la difusión de sus composiciones. En este sentido, el trabajo de Miguel Manrique como divulgador de obras de Rubens fue muy bien explicado por Eduardo Lamas-Delgado (KIK-IRPA), que recupera la figura de este pintor flamenco asentado en varias zonas del Mediterráneo y, especialmente en Málaga. Una ponencia que viene avalada por el “Prix de l´Academie Royale d´Archéologie de Belgique” 2016. David García-Cueto siguió con las copias de Rubens, y las de Tiziano, que se encontraban en la colección real y actualmente se distribuyen entre el museo del Prado y Patrimonio Nacional. Su conferencia fue muy reveladora de todo lo que aún queda por investigar e indagar en este sentido. Ángel Rodríguez Rebollo (FUE, Madrid), se centró en las labores de copista de Rubens de Juan Bautista del Mazo, pintor del príncipe Baltasar Carlos, para quien realiza esas reproducciones de los originales del pintor flamenco de la Torre de la Parada. Un tema complejo y sobre el que hay que reflexionar. Para finalizar el coloquio, la parte hispanoamericana la abordaron Stephanie Porras (Tlane University) a través de la influencia de las obras de Marteen de Vos de México y sus grabados para los artistas locales; Sandra van Ginhoven (Getty Research Institute) y su resumen de la labor del marchante Guillaam Forchondt como divulgador de modelos y composiciones flamencas a través de las series de cobres que destina al mercado hispano y latinoamericano; y Fernando Herrea y Selena García (Universidad Nacional Autónoma de México) que presentaron el conjunto de cuadros del retablo de la iglesia de la Virgen de la Soledad en el valle de Oaxaca, encargado por don Pedro de Otálora Carbajal, posiblemente durante su viaje a España.
La fluidez del discurso, los temas abordados y el interés mostrado por todos los presentes, entre los que hay que señalar la presencia de las nuevas generaciones de historiadores del arte formándose tanto en España como en Bélgica, propició el intercambio de impresiones y sugerencias de forma fluida y amena. La conversación entre los participantes, tanto dentro de las sesiones como en los descansos entre ellas, propiciaron el intercambio de ideas, tan necesario en nuestra profesión y de la que se quedaron gratamente sorprendidos los asistentes hispanos. Este hecho no es nada extraordinario en Bélgica, los congresos y coloquios son lo que Eduardo Lamas y David García Cueto supieron presentar estos dos días en Bruselas, un lugar de intercambio, escucha atenta y respeto por las investigaciones de nuestros colegas, donde entre todos se busca una mayor claridad de comprensión de la Historia del Arte y, en este caso, del fenómeno de las copias en época moderna.
Ana Diéguez-Rodríguez